Mar y Costa

Conocida como la Riviera brasileña, Costa Verde es llamada Angra dos Reis por la gente del lugar porque así se llama la ciudad más grande de la región. Las 175 millas de la Costa Verde se extienden entre Río de Janeiro y Sao Paulo. El paisaje local es sobre todo la selva tropical, que se considera el último pedazo de la Mata Atlántica, un paraíso para quien quiere alquilar un barco, con muchas grandes bahías, playas de arena de color dorado, y pueblos pesqueros.

Hay un montón de pequeñas y grandes islas, que están muy cerca de la costa y la navegación entre ellas es un gran atractivo turístico para quien alquila un barco. A pesar de la proximidad de las grandes ciudades como Río de Janeiro, esta región está en gran medida aislada y no ha sido cambiada por la presencia del hombre. El paisaje se compone principalmente de la densa  selva tropical, que a veces se extienden hasta las orillas del mar y ofrece una vista increíble.

Dado que este lugar es uno de los últimos pedazos de la Mata Atlántica, la mayor parte de la vegetación está protegida. A mitad del camino entre Sao Paulo y Río de Janeiro está el Parque Nacional Serra da Bocaina, 25 mil hectáreas de la selva amazónica bajo protección, que puede jactarse de la plantas y animales, que no existen en ningún otro lugar del mundo, como el macuco, el tapir, el jaguar, y los loros exóticos. Si usted tiene tiempo, vale a visitar, junto con la tripulación de su barco, a las hermosas cataratas del Iguazú.

Ya que la Costa Verde es una región tropical, no hay estaciones, pero la mejor temporada para viajar y alquilar yates es entre septiembre y diciembre, lo que corresponde a la primavera. En esta época del año las temperaturas son agradables, y las lluvias son poco frecuentes. En verano (de diciembre a marzo), la temperatura suele llegar a 40 grados y hay frecuentes lluvias tropicales.

Historia y cultura

Costa Verde es un lugar remoto e intacto, y por lo tanto un gran atractivo turístico para todos aquellos que aprecian la tranquilidad y el contacto con la naturaleza. La región fue descubierta por el explorador Andrés Gonçalves en 1502, más o menos al mismo tiempo fue constituida la primera ciudad costera.

La mayoría de los turistas que alquilan los yates paran en Angra dos Reis, que es la ciudad más grande, pero cada vez más pequeños pueblos pesqueros, situados en aisladas bahías, que comienzan a especializarse en el turismo individual. Esto significa que usted puede parar en cualquiera de los pueblos, excepto Ilha Grande, que es una reserva natural y la posibilidad de construir nuevos edificios están limitadas por el gobierno.

En las grandes ciudades se puede admirar la arquitectura colonial, muchas iglesias y edificios gubernamentales de mas de doscientos años de edad, construidos en una época en que la influencia europea era mucho más fuerte que en la actualidad. También es el lugar perfecto para probar la deliciosa cocina de esta región.

En las aguas a lo largo de las orillas se puede practicar los deportes acuáticos, como vela y buceo. Hay muchos arrecifes coralinos y restos de barcos hundidos, que se puede descubrir buceando, y los vientos crear olas ideales para el surfing y kite surfing.

Experiencia de navegación

Al igual que en todas las regiones tropicales y subtropicales, las variaciones estacionales del clima son una cuestión sumamente importante, ya que de ellas puede depender si las vacaciones en el velero serán un éxito o no. El tiempo cuando las temperaturas son más agradables son los meses de septiembre a noviembre, en este tiempo tampoco hay muchas lluvias y los vientos soplan de la tierra durante el día y del mar durante la noche.